¿Por qué el vino se sirve en copa?

¿Por qué el vino se sirve en copa?. El recipiente en el que se sirve el vino tiene una importancia insospechada. Si bien muchos se preguntan por qué el vino se toma en una copa y no en un vaso, la respuesta no es sencilla, tiene de hecho una combinación de ciencia, tradición y deleite. Mucho más allá de ser una simple preferencia subjetiva, la elección de una copa para la cata de vinos es lo que permite apreciar plenamente de esta bebida ancestral.

¿Por qué el vino se toma en copas?

El por qué la forma de las copas

El diseño y la forma de la copa viene de la voluntad de realzar las características sensoriales de la bebida. La estrechez de la copa en la parte superior es lo que permite concentrar los aromas hacia la nariz del catador. La experiencia olfativa es de esta manera más rica y completa. Por el contrario, una copa con una abertura más amplia dispersa los aromas y reduce la capacidad de capturar todos los matices del vino.

El tallo de la copa de vino no es, como se pensaría, un mero elemento estético. En realidad este cumple una función práctica esencial: sujetar la copa por el tallo es lo que impide que el calor de las manos se transfiera al vino, y la temperatura es un factor fundamental en la cata: altera significativamente los aromas y sabores del vino.

transparencia de la copa de vino

La cata comienza por los ojos; esta es la razón de las copas translúcidas y transparentes.  Al observar el color y la claridad del vino, se distingue ya la composición; el color puede proporcionar pistas sobre la edad y el tipo de vino, mientras que la claridad puede indicar su pureza y condición. Una copa opaca o coloreada no permitiría esta observación detallada, lo que limitaría la experiencia visual que complementa la cata.

Aireación de vino

Probablemente hayas escuchado que el vino necesita respirar; es verdad: la copa de vino, con su forma de cuenco, proporciona una mayor superficie para que el vino entre en contacto con el aire. Este proceso es fundamental para que el vino despliegue todo su potencial aromático. En un vaso, la superficie de contacto con el aire es mucho menor, lo que restringe la aireación y, en consecuencia, la experiencia sensorial. Esto se enseña en temas más avanzados que hay estudiar para ser catador de vinos.

Prueba la copa de vino ideal

Elegir una copa en lugar de un vaso para servir el vino no es, por lo tanto, una cuestión de etiqueta, sino una práctica basada en principios sensoriales y científicos. La forma, el tallo, la transparencia y la capacidad de aireación de la copa de vino son los factores determinantes para maximizar la apreciación de los aromas, sabores y colores.

Estamos seguros que con estas razones en mente, el disfrute del arte de catar aumentará, así como la apreciación de ciencia y tradición. ¡Es momento de ponerlo en práctica!. Haz nuestra cata de vinos Barcelona y experimenta nuevas experiencias con nosotros.

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